Una auditoría es el examen o inspección de varios libros de cuentas por parte de un auditor, seguido de una verificación física del inventario para asegurarse de que todos los departamentos estén siguiendo un sistema documentado de registro de transacciones. Se realiza para determinar la exactitud de los estados financieros proporcionados por la organización.


Tener un sistema de auditoría efectivo es importante para una empresa porque le permite perseguir y alcanzar sus diversos objetivos corporativos. Los procesos de negocios necesitan varias formas de control interno para facilitar la supervisión y el monitoreo, prevenir y detectar transacciones irregulares, medir el desempeño continuo, mantener registros comerciales adecuados y promover la productividad operativa. Los auditores internos revisan el diseño de los controles internos y proponen mejoras informalmente, y documentan cualquier irregularidad material para permitir que la gerencia realice una investigación adicional si está justificado en estas circunstancias.


Los auditores evalúan el riesgo de errores significativos en los informes financieros de una empresa. Sin un sistema de controles internos o un sistema de auditoría, una empresa no podría crear informes financieros confiables para fines internos o externos. Por lo tanto, no podría determinar cómo asignar sus recursos y no podría saber cuáles de sus segmentos o líneas de productos son rentables y cuáles no.


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